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lunes, 22 de abril de 2019

Lectura del arte con mirada científica



STEM Discovery Week 2019 es una iniciativa internacional conjunta que invita a proyectos, organizaciones y escuelas en toda Europa y en todo el mundo al acercamiento en los campos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM). El lema de la campaña de este año "el uso de recursos innovadores de STEM" nos ha llamado la atención y sugerido el reto de participar de la iniciativa.



Se focaliza SDW2019 en la semana que empieza hoy, que coincide además con el día internacional de la Tierra, y se  propone participar en ella entre el 22 de abril y el 28 de abril.

En alguna otra ocasión hemos hecho referencia a la La separación entre las ciencias y las humanidades, pese a asumirse como algo natural, se da en realidad a finales del siglo XIX, coincidiendo con el inicio del Romanticismo. Esta es una separación que se concibe como algo irrevocable y genera lo que en 1959 el científico Charles Pierce Snow describiría como “las dos culturas” en su conferencia (y posterior libro, publicado en 1964) The Two Cultures and the Scientific Revolution. Snow señala que las ciencias y las humanidades establecen culturas paralelas, cada una con su lenguaje específico, lo cual hace prácticamente imposible la comunicación y el intercambio de conocimientos entre los expertos de dichos ámbitos. Esta separación entre la cultura humanística y la cultura científica se ha hecho particularmente palpable en el contexto de las universidades, donde no ha existido prácticamente ningún intercambio entre las facultades y los investigadores de las diferentes disciplinas. Con todo, ya en la segunda edición de su influyente libro, C.P. Snow sugiere la posibilidad de una “tercera cultura” en la que, a imagen del Renacimiento, se conciban las humanidades y las ciencias como parte de un conocimiento común..

Los investigadores Robert Root-Bernstein (Doctor en Historia de la Ciencia por la Universidad de Princeton) y Michele Root-Bernstein (Doctora en Historia por la Universidad de Princeton) han dedicado especial atención a las interacciones entre arte y ciencia, compaginando su trabajo científico con diversos proyectos artísticos. En 1999 publican Sparks of Genius, The 13 Thinking Tools of the World’s Most Creative People, un influyente libro en el que plantean la importancia de la actividad artística como parte de una metodología de investigación científica y defienden una educación que abarque y combine todas las disciplinas.


Un nuevo concepto y modelo educativo
requiere cambiar cómo educamos”, basándose en ocho objetivos básicos:

Enseñar procesos universales de invención además de los productos del conocimiento de las diferentes disciplinas: los estudiantes no sólo deben estudiar las novelas, poemas, experimentos, teorías, canciones o pinturas sino imitarlas, para aprender de los procesos que llevan a su invención.
Enseñar las habilidades intuitivas e imaginativas para desarrollar procesos de invención: por ello, es preciso que los estudiantes reciban estimulación visual y de los sentidos y aprendan a trabajar con estas emociones y sensaciones corporales.
Implementar una educación multidisciplinaria que sitúe las artes al mismo nivel que las ciencias: desde el jardín de infancia, cada estudiante debería conocer tanto las artes como la ciencia, humanidades y matemáticas. Las artes no son sólo para la expresión personal o el entretenimiento, sino que son la base de la que se nutre la imaginación, que también facilita el desarrollo de las ciencias, matemáticas y la tecnología.
Emplear un mismo lenguaje descriptivo para la innovación: no tiene sentido enseñar artes y ciencias a partir de un currículo que fragmenta el conocimiento y crea especialistas que no pueden comunicarse más allá de sus propias disciplinas.
Enfatizar la transdisciplinaridad: dar menor importancia a etiquetas como “arte”, “música” o “ciencia”, que colocan el conocimiento en cajas aisladas y en lugar de eso mostrar cómo los mismos contenidos pueden emplearse en diferentes disciplinas. El objetivo es que cualquiera pueda pensar simultáneamente como un artista y como un científico.
Usar como ejemplo las experiencias de aquellos/as que han sabido superar las barreras entre disciplinas: al dar un rostro humano a estos principios, los estudiantes ven que ellos también pueden crear su propia visión del futuro.
Presentar las ideas en diferentes formas: de esta manera se demuestra que para una misma idea se pueden aplicar diferentes herramientas de pensamiento y dar lugar a diferentes productos.
Forjar una educación pionera, cuyo objetivo sea formar a personas imaginativas con un amplio espectro de intereses: las personas creativas son pioneras y por tanto deben tener mentes flexibles, que no se limiten a una única disciplina.

Hoy no cabe duda de como es de fundamental la interacción entre la ciencia y el arte en el contexto de la sociedad del XXI

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