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viernes, 29 de abril de 2022

Teatro y Danza con Ciencia

 El domingo 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro 2022, una efeméride internacional impulsada por el Instituto Internacional del Teatro (ITI) desde hace 60 años. 


El Día de la Danza (International Dance Day) se celebra el viernes 29 de abril de 2022. En esta fecha se pretende llamar la atención pública sobre esta manifestación artística y su universalidad se estableció en el año 1982.

La danza como expresión de comunicación, como referente de cada cultura, como la historia épica de una nación, como tributo a lo estético, como un libro que cuenta una historia con el ritmo, la languidez o la euforia que ella quiera narrar. La danza es una manifestación ancestral, mítica, de homenaje a los Dioses, de ruego por despertar las fuerzas de la naturaleza para supervivencia del hombre. Un lenguaje que puede manifestar todos los sentires desde el dolor más profundo, hasta la alegría más desbordante. «No existe un lenguaje más universal que la danza».


Y sin más preámbulo la autora se acerca a los lectores de las notas de este Blog con el objeto de aunar el Arte de las palabras y laa música en el mejor escenario  en que pueden confluir: el Teatro.

Y entre tantos ilustres dramaturgos y coreógrafos dedico , mejor  me adhiero al Homenaje a Federico Garcia Lorca por Cultura en Viu de la UAB y desde la recreación de una Zapaterita por el doctor en Dramaturgia y director del Grup Estable de Teatre Ricard Gázquez.



Las imágenes de la japonesa Tomoko Yoneda, una fotógrafa con larga trayectoria internacional, pisan por primera vez España con una muestra que refleja el valor de la fotografía como testigo de la memoria y su capacidad para ser puente de unión entre pasado y presente. Una de sus aportaciones más singular por el significado histórico es la maleta de Lorca; podemos llevar nuestra imaginación a colocar en esta maleta, en la maleta de Federico Garcia Lorca los objetos que trasladen una ensoñación al pasado, para deleitarnos en la palabra ....




El texto de La Zapaterita prodigiosa, así como otros muchos se encuentran en http://www.textos.info

EL AUTOR. Respetable público... (Pausa.) No, respetable público no,

público solamente, y no es que el autor no considere al público respetable,

todo lo contrario, sino que detrás de esta palabra hay como un delicado

temblor de miedo y una especie de súplica para que el auditorio sea

generoso con la mímica de los actores y el artificio del ingenio. El poeta no

pide benevolencia, sino atención, una vez que ha saltado hace mucho

tiempo la barra espinosa de miedo que los autores tienen a la sala. Por

este miedo absurdo y por ser el teatro en muchas ocasiones una finanza,

la poesía se retira de la escena en busca de otros ambientes donde la

gente no se asuste de que un árbol, por ejemplo, se convierta en una bola

de humo o de que tres peces, por amor de una mano y una palabra, se

conviertan en tres millones de peces para calmar el hambre de una

multitud. El autor ha preferido poner el ejemplo dramático en el vivo ritmo

de una zapatería popular. En todos los sitios late y anima la criatura

poética que el autor ha vestido de zapatera con aire de refrán o simple

romancillo y no se extrañe el público si aparece violenta o toma actitudes

agrias porque ella lucha siempre, lucha con la realidad que la cerca y lucha

con la fantasía cuando ésta se hace realidad visible. (Se oyen voces de la

Zapatera: «¡Quiero salir!»). ¡Ya voy! No tengas tanta impaciencia en salir;

no es un traje de larga cola y plumas inverosímiles el que sacas, sino un

traje roto, ¿lo oyes?, un traje de zapatera. (Voz de la Zapatera dentro:

«¡Quiero salir!».) ¡Silencio! (Se descorre la cortina y aparece el decorado

con tenue luz.) También amanece así todos los días sobre las ciudades, y

el público olvida su medio mundo de sueño para entrar en los mercados

como tú en tu casa, en la escena, zapaterilla prodigiosa. (Va creciendo la

luz.) A empezar, tú llegas de la calle. (Se oyen las voces que pelean. Al

público.) Buenas noches. (Se quita el sombrero de copa y éste se ilumina

por dentro con una luz verde, el Autor lo inclina y sale de él un chorro de

agua. El Autor mira un poco cohibido al público y se retira de espaldas

lleno de ironía.) Ustedes perdonen. (Sale.)



Me he despedido de los amigos que más quiero para emprender un corto pero dramático viaje. Sobre un espejo de plata encuentro mucho antes de que amanezca el maletín con la ropa que debo usar en la extraña tierra a que me dirijo. El perfume tenso y frío de la madrugada bate misteriosamente el inmenso acantilado de la noche.

[…]  Prólogo de  Suites

de